Nací en Toledo el 1 de Marzo de 1991, convirtiéndome en el primogénito de la familia. Mis padres Ángel Luis y Antonia decidieron llamarme Ángel Jesús, nombre que mi padre tenía pensado desde hacía ya 5 meses, además el día que nací se celebraba la fiesta de Jesús de Medinaceli y el día del Ángel, una gran coincidencia.
Tres años después, en 1994, nació mi hermana Lucia, una persona que hasta hace unos años no me había dado cuenta de lo importante que es en mi vida, sobre todo en la actualidad. Justo este año, meses antes del nacimiento de mi hermana, empezaba mi vida académica, por primera vez asistía al colegio, cursando Parvulitos. Fue aquí donde conocí a los que ahora son mis amigos. Recuerdo que la primera profesora que tuve se llamaba Rafi, soy capaz de recordar su nombre pero no soy capaz de recordar su cara.
En 1997, era la época de subir un escalón, dar un paso más en el camino de la docencia. Era la hora de comenzar Primero de Primaria, conocer nuevos profesores, cambio de colegio, pero sin separarme de mis amigos en ningún momento. Debo confesar que cada vez que he sufrido un cambio en mi educación académica, me ha costado mucho adaptarme a él. Perfectamente se me vienen a la cabeza imágenes de cómo mi madre todas las noches me tenía que ayudar a preparar los libros y el material, a “hacer la mochila”, debido a mi gran defecto, el olvido, que con el paso del tiempo he ido superando.
En 1998, tuvo lugar uno de los principales acontecimientos en mi vida de este, fue mi primer acercamiento a la bicicleta, recuerdo perfectamente el verano del 98, gracias a mi abuela Esperanza aprendí a montar en bicicleta. Todas las caídas, arañazos, merecieron la pena, tras un largo esfuerzo llevado a cabo durante todas las mañanas de este verano, supere una nueva etapa de mi vida, la bicicleta.
Otro de los momentos más importantes en mi vida fue el día que hice la Primera Comunión, el 4 de junio del 2000. Esa mañana llegue a ser el “rey” de mi casa, todas las miradas estaban centradas en mí, como actuaba, era el protagonista, era mi día. Este acontecimiento jamás se me olvidará, como por primera vez iba a recibir a Dios, como nos enseñaron en catequesis durante varios años. Fue un día estupendo, rodeado de toda mi familia y amiguitos, recibiendo centenares de regalos.
En 2003, mi vida “infantil” llegaba a su fin, debía de subir otro escalón más en el camino de la educación, comenzaba 1º de ESO, llegaba la hora de ser mayor, coger el transporte público para asistir al instituto, conocer nuevos profesores, conocer nuevas asignaturas. Todavía recuerdo esa mochila, ese estuche, esas ropas, que hoy en día me pregunto como era capaz de ponerme esas camisas, esos pantalones…
Por fin finaliza la ESO, y es la hora de irse de fin de curso, momento que llevábamos esperando todos durante mucho tiempo. Fue en 2007 cuando por primera vez vi el mar. Viajamos a Mallorca, una semana rodeado de mis amigos, de fiesta y de buen ambiente. Un viaje que jamás olvidaré, todas los buenos momentos, las risas…
Tras dos duros años de Bachillerato, llegó el momento de salir de casa, abandonar la familia, dejar mi hogar para comenzar mis estudios superiores. Albacete fue el destino elegido para realizar el ciclo de Grado Superior de Asesoría de Imagen. A lo largo de este curso, aprendí cosas verdaderamente interesantes y debo reconocer que jamás olvidare las fiestas albaceteñas, rodeado de mis grandes amigas.
La empresa elegida para realizar las prácticas durante seis meses fue la revista: “YO DONA”, tuve la ocasión de empaparme de verdaderos conocimientos prácticos y fui capaz de aprender de los verdaderos profesionales de la moda.
En febrero de 2011, participe en un evento en el que sinceramente, jamás habría pensado llegar a asistir, lo veía como algo imposible en mi vida, algo que jamás llegaría a alcanzar. Pues la 3 semana de febrero, se hacía realidad uno de mis sueños, acudir a la Pasarela Cibeles, a trabajar de lo que verdaderamente me apasiona. Trabajé como estilista en la semana de la moda: CMFW. Dada mi gran pasión hacia ella, ya que desde pequeñito imaginaba poder trabajar en este campo, diseñaba vestidos a escondida para que nadie supiera nada, quizá por miedo, o incluso vergüenza, ya que era un niño de escasa edad, y que te vieran dibujando eso, podría convertirse en prejuicios hacia mi persona y pasar a ser objeto de burla.
Gracias a trabajar en una revista de moda, tuve la oportunidad de poder cumplir mi sueño, relacionarme con los estilistas, contemplar sus obras antes que las pudiera ver el mundo entero, tocarlas… Fue una experiencia totalmente satisfactoria, increíble y que jamás olvidaré.
Llegó la hora de dar un paso más en la escalera de la educación, sinceramente jamás había creído verme en la Universidad de Segovia haciendo el Grado de Publicidad y Relaciones Publicas. Mi llegada a la universidad fue bastante complicada, debido a que se me pasaron los plazos de matriculación y tuve que esperar a septiembre para obtener una respuesta. El verano pasado fue horroroso debido a la agonía por no conocer cuál sería mi futuro académico. Gracias a un golpe de suerte en Segovia me aceptaron, y fue aquí en esta ciudad y en esta carrera, donde pude conocer a los que hoy por hoy son mis amigos, a los que les cuento un problema, con los que salgo de fiesta, con los que me lo paso genial, si yo no hubiera venido a Segovia no habría conocido a estas personas. Como dicen, las casualidades no existen, si yo no hubiera llegado aquí, no estaría rodeado de los que son mis amigos.